La arquitectura de Albarracín

La arquitectura de Albarracín se fusiona totalmente con el paisaje aprovechando cualquier espacio constructivo y adaptándose a los desniveles del terreno. Las construcciones tradicionales, que combinan la madera con el característico rojo, con cubiertas de teja árabe y con voladizos desnivelados, alternan con iglesias y edificios nobles con escudos heráldicos, impresionantes portones y rejas magníficas. 

La catedral

La catedral de Albarracín ofrece una sola nave con capillas hornacinas de tipo renacentista, entre los grandes contrafuertes, que se acusan al exterior. Toda la catedral, e incluso el caserío, quedan dominados por su airosa torre cuadrada, con campanario octogonal. Fue construida, ya terminada la fábrica del templo, por el arquitecto Alonso del Barro Dajo, en 1595, siendo obispo Martín Ferrer (1593-1596).

Ermita del Cristo de la Vega

Al lado de este monasterio está la ermita del Cristo de la Vega, de antigua veneración en toda la tierra de Albarracín. Sabemos que estuvo cerca del puente de la Vega; luego se trasladó adonde ahora se levanta, sin que sepamos cuándo ni por qué; en 1559 ya cuidaban este santuario los dominicos. Al acabarse el monasterio de las dominicas en 1621, se emprendió poco después, en 1632, la actual construcción. En 1703 se añadió la capilla del Cristo en la cabecera de la ermita. Todo se incendió en 1872 perdiéndose la imagen de Cristo.